Era un 23 de noviembre de 2019 y ese día estaba lleno de sucesos importantes en la ciudad de Lima, uno de ellos era mi onomástico. Era un día sábado, día preciso para convertirse en uno fuera de lo común, pues no siempre nuestro cumpleaños cae en un día tan preciso para celebrar. Sumado a eso, para añadirle un ingrediente más a que ese día sea perfecto, había futbol y no era un partido cualquiera, se trataba de la final de la Copa Libertadores entre Flamengo de Brasil y River Plate de Argentina que se iba a disputar en el Estadio Monumental de Ate, algo poco usual y que se iba a dar por cuarta vez en el Perú, luego de que semanas antes cambiaran la sede, la cual iba a ser en Santiago de Chile. Para finalizar ese espectacular día con broche de oro, se llevó a cabo el evento Una noche de Salsa en su edición número 10. Estaba esperando con mucho entusiasmo ese día, pues no asistía a ese evento desde el año 2017, ya eran dos años de ausencia, además de eso, iba a estar a pocos metros del escenario, pues había adquirido una entrada en la denominada «Zona Pilsen», la cual tenía un precio aproximado de 395 soles o 105 dólares al cambio actual. La ocasión anterior no me encontraba tan cerca, de todos modos para nosotros los amantes de la salsa, ya con estar dentro y escuchar en vivo la música que más nos gusta es de las mejores experiencias que podemos vivir. Esa vez acudí con un amigo, un fanático de la salsa igual que yo, uno que se sabe todas las letras y las canta a todo pulmón. Sabemos que ir solos tampoco es una mala idea, pues estar rodeado de gente de le apasiona lo mismo que tú te hace sentir en compañía también. Esta ocasión fue mucho más especial aún, pues sin saberlo, íbamos a tener que esperar un tiempo prolongado para la siguiente edición, dada la larga para qué se dio debido a la pandemia del COVID-19. Íbamos a tener que esperar casi 3 años , hasta el 2022, para un nuevo evento.
Continuando con lo que sucedió ese día, eran aproximadamente las 10 de la noche e hicimos nuestro ingreso al coloso de José Díaz, El Estadio Nacional del Perú. Nuestra noche empezó con Luisito Carrión, que nos hizo vibrar con temas como «Me diste tu agua» o «Yaré». Luego, para poner aún mejor las cosas, ingresó a tarima el dominicano José Alberto» El canario», que con su energía inigualable hizo gozar a todos los presentes. Era la primera vez que lo veía de tan cerca, su facilidad para el soneo es inigualable y nos deleitó con temas como «Sueño Contigo» y «Mis amores». Luego vino la India, momento en el que sobre todo las chicas no paran de cantar y hasta pareciera que te gritan las letras en el oído. Esta estuvo acompañada de uno de los máximos representantes actuales del género para el Perú. Lo que iba a venir más adelante ya pasaba a otro nivel, pues se trataba de la Universidad de la Salsa, El gran combo de Puerto Rico, ese día Jerry Rivas no se encontraba muy bien de salud, pero hizo lo posible por sacar su voz adelante, luego vendrían las leyendas vivas de la salsa como el sonero del Mundo, Óscar de León, que pareciera que estuviera en sus veinte por la gran energía que posee hasta hoy en día, admirable su capacidad para bailar y cantar en el escenario a pesar de sobrepasar los 80 años. Finalmente, salió al escenario al que más esperaba, el malo del Bronx, el gran Willie Colón. Ya lo había visto en otras ocasiones de más pequeño, mis recuerdos son un poco vagos, pero aparentemente tengo una foto con él, eso me dice mi padre, pero hasta ahora no encuentra la foto. Esta aparentemente fue tomada cuando la empresa en la que él trabajaba, una línea aérea, auspició el Festival del Callao. Para ese tiempo tendría menos de 10 años y es así como fue naciendo mi gusto por este género. Ya serían alrededor de las 4 a. m. del domingo 24 de noviembre y así fue como terminó una jornada memorable, llena de celebración, fútbol y salsa, que es lo que nosotros adoramos.
Este evento «Una noche de salsa» es considerado el más importante del género en el Perú en la actualidad. Luego de ello pude asistir a la edición más reciente, la número 12, que se llevó a cabo en febrero de este año. En esta ocasión pude asistir con mi pareja, no estuvimos tan adelante, pero como ya lo dijimos para nosotros los amantes de la salsa, no importa cómo, ni dónde, lo importante es gozarla y escucharla. Para marzo del próximo año se viene una nueva edición, la número 13, la cual no nos perderemos, ya tenemos nuestra entrada. En esta ocasión la primera fecha prevista hizo sold out, así que se añadió una nueva fecha un día antes. Una muestra más de que sin salsa no hay paraíso, y mientras podamos seguiremos gozándola en el Perú y en el mundo entero.