¿No te ha pasado que alguna vez te sentiste triste, abrazaste a tu mascota y el sentimiento de pena se redujo casi instantáneamente? Y es que, aunque no lo creas, los animales tienen ese don. El amor incondicional de una mascota puede brindar más que compañía. Muchos estudios confirman que los dueños de animales llevan una vida más feliz. Oscar Wilde solía decir que si se pasa tiempo con los animales, uno corre el riesgo de ser una mejor persona.
Existen estudios que han mostrado los benéficos de tener una mascota en la salud humana. Se ha demostrado que la interacción con animales disminuye los niveles de cortisol (hormona relacionada con el estrés). Y disminuye la presión arterial. Otros estudios han demostrado que los animales pueden reducir la soledad, aumentar los sentimientos de apoyo social y mejorar el estado de ánimo. Además, se están estudiando interacciones con niños que tienen autismo, trastorno por déficit de atención con hiperactividad y otras afecciones.
En esta oportunidad hablaremos de los perros, ya que están muy presentes, estos saben ser amorosos por naturaleza. Por ejemplo, la terapia con perros ha demostrado ser más que eficaz contra la depresión.