Estamos acostumbrados a esperar con ansias la segunda parte de una película que nos ha gustado mucho. Tenemos siempre las expectativas altas, aunque en el fondo tememos que suceda lo que, con mucha evidencia, sucede. ¿Será así esta vez? Pisó débil en su día de estreno y le han caído muchas críticas. Por lo tanto, ¿habrán valido 5 años de espera para esta película? El día de hoy la reseñaremos y veremos si es una secuela digna de su predecesora o si cayó, irónicamente, dentro de un hoyo.
Para empezar, al igual que la primera, toca algunos temas que son importantes dentro de nuestra sociedad: economía, política, fe, egoísmo y la naturaleza humana con respecto a la empatía que sentimos unos a los otros. Todo esto, explicado en una estructura sencilla en la que un gran hoyo, con personas en niveles distintos, es protagonista. Sin embargo, aquello es recalentar la comida del día anterior. Calcar la idea y reemplazarla con otra trama, personajes y motivaciones. Reciclar cuestiones que ya se habían tocado en la primera película. Puede que haya sido a propósito para, esta vez, mostrarnos el extremo violento y egoísta de lo que critica: el sistema capitalista.
La película empieza con todo. Con situaciones frenéticas, gore, locura. Diferente a la primera, que se toma con calma al momento de presentarnos el conflicto, los personajes, las relaciones entre ellos, etc. Es posible que la idea haya sido sumergirnos de lleno a la película por la cantidad de información simbólica y situaciones que presenta, y agilizar la trama es preciso para ello. Sin embargo, es abrumador. Graduar o sintetizar el gore también no hubiera sido una mala idea. Llega un punto en el que uno se acostumbra y la décima vez que vemos una cabeza volar o un chorro de sangre salpicar las paredes, ya no es impactante. Pierde uno de sus atractivos principales.
Que hayan optado por mostrar una sola locación en la película me parece que es una buena decisión. Hay una sensación densa de claustrofobia que acompaña bien los momentos de tensión. Se siente más cuando la vemos porque lo hacemos desde pantallas pequeñas (celular, laptop, tablet), sensación que no se hubiera logrado del todo si la viéramos en la gran pantalla del cine. Existen personajes que son interpretados de forma óptima (Dagin Babi, por ejemplo) y a pesar de estar en un lugar sin mucha opción a planos variados, el director los entremezcla con creatividad, logrando fluidez y conexión entre ellos.
Si lo que pretendes es únicamente entretenerte comiendo canchita un domingo por la tarde, mejor mira una de Adam Sandler. Esta película, para ser entendida en su totalidad, requiere un poco de atención. De todas formas, si te gusta el gore, no será lo mejor que puedas encontrar, pero habrá sangre por aquí y un par de miembros por allá.
Créditos de imágenes:
https://itc.ua/es/articles/critica-de-cine-el-hoyo-2
https://www.elmundo.es/cultura/cine/2024/10/05/67001bf7fc6c83f41f8b4578.html
https://monterreyrock.com/2020/03/el-hoyo-la-pelicula-que-esta-causando-controversia-en-netflix
