Es la frase que se tatuó el delantero argentino Hernán Barcos en el 2023 junto con el número 1901 que es el año que se fundó el club Alianza Lima. Que demuestra el amor incondicional que tiene Barcos, hacia el club Victoriano. Esta frase surge del escritor peruano Martin Roldaz Ruiz, el cual nombro a su libro sobre el hincha Blanquiazul” Este amor no es para cobardes” en el año 2009, luego fue adoptado por los hinchas para demostrar que nunca se abandona al club adoptandola como una identidad frente a malos resultados.
Pero si nos remontamos al 8 de diciembre del año 1987 en ventanilla, donde ocurrió una de las mayores desgracias del club Aliancista. El avión Fokker F27 cayo frente del mar del Callao, donde murieron toda la delegación entre jugadores, comando técnico, cuerpo médico, algunos periodistas, hinchas y tripulación. Siendo en total 43 fallecidos. Esta desgraciada que se llevó a toda una generación que luego fue apodada los “potrillos”. Hizo que dos figuras históricas regresen al club. Cesar Cueto, proveniente del Atlético Nacional de Colombia y Teófilo Cubillas que deja su retiro futbolístico para volver a vestir los colores blanquiazules.
Tal vez en ese tiempo en el colectivo popular del hincha aun no existía la frase” Este amor no es para cobardes” pero estos dos jugadores demostraron que al club de sus amores nunca se abandona. Esa actitud fue la que entendí en el año 2020, cuando Alianza Lima descendió en cancha y luego apelo al TAS para quedarse en primera división. Hasta esa fecha solo había ido una vez al estadio Alejandro Villanueva, pero fue entonces que tome la decisión de ir al estadio todas la veces que pueda y así nunca abandonar a Alianza Lima hasta el día que me muera.




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