Hola, soy Blanca y quiero contarles mi historia. Hace casi 10 años fui encontrada por una adolescente de 15 años cuando solo tenía dos meses y medio de edad, fue un 23 de diciembre del 2015 en el distrito de La Molina, Lima, cuando mi vida cambio. Durante esas fechas había mucho ruido y movimiento en las calles, los fuegos artificiales eran muy fuertes y oía mucho decir a las personas que Navidad ya estaba cerca, no sabía lo que eso significaba, pero todos se veían muy felices, creo que por tanta emoción no se daban cuenta lo asustada y triste que estaba.
Pero ese día, esa chica lo notó y se me acercó. Yo tenía mucho miedo, pero su voz suave y mirada tierna me convencieron de que nada malo me pasaría, me tomó en sus brazos y comenzó a preguntar si alguien me conocía. Como ya lo pueden imaginar, no tenía hogar, ni un dueño que se preocupara por mí, así que me dijo que me llevaría a su casa. Me sentí segura, pero no entendía por qué la chica lloraba, solo recuerdo que decía: «mi mamá se va a enojar, y ahora, ¿Qué voy a hacer?» Entonces, algo dentro de mí me dijo que moviera mi colita con todas mis fuerzas y pusiera mi mejor carita. Así que eso hice.
Esa chica pudo convencer a su mamá de que me quedara con ellos, quizás fue la tal Navidad quien la convenció y no mi colita, pero ahora ya pasaron 10 años, tengo hermanitos y me sigo sintiendo amada, segura y feliz como el primer día. Jugamos mucho y en el parque pude conocer muchos amigos que también fueron adoptados en diferentes circunstancias, también, adopté ciertas costumbres de mi mamá, porque eso dice ella, que es mi mamá y yo su hija y, ahora, que ya me canso rápido y camino despacio, ella camina a mi ritmo sin enojarse y sin apurarme. Espero que mi historia les ayude a darse cuenta de que hay muchos como yo en todo el mundo, esperando a que alguien nos mire con una mirada tierna y nos hable con una voz suave dispuesta a actuar. Conoce más historias como la mía, aquí, en Adogtame y gracias por leerme.



