Vivir a mi propio ritmo: lo que aprendí al dejar de compararme

Cuando terminé el colegio, sentí la presión de tener que decidir rápidamente qué carrera seguir. La sociedad espera que lo tengas claro, y si no es así, parece que estás perdiendo el tiempo. Elegí Psicología sin conocer realmente la carrera, solo por lo que se esperaba de mí. Durante la pandemia, mi experiencia fue aún más difícil, y aunque no me sentía feliz, no podía hablarlo con nadie. ¿Alguna vez has sentido que necesitas tomar decisiones sin estar completamente seguro?

La comparación fue mi peor enemigo. Mientras veía a mis amigos seguir adelante, me sentía atrasada y perdida. La ansiedad empezó a consumir todo, porque pensaba que no estaba cumpliendo con las expectativas. Pero, ¿realmente debemos vivir así? Nos enseñan a competir, a estar siempre en el mismo paso que los demás, pero cada quien tiene su propio proceso. ¿Te has sentido alguna vez como si estuvieras atrasado solo porque los demás avanzan?

Un día, finalmente decidí hablar con mis padres y me apoyaron sin dudar. Ahí fue cuando comencé a buscar algo que realmente me apasionara. Encontré la carrera de Comunicaciones en un instituto, y cuando comencé, la ansiedad empezó a disminuir. Acepté que no tenía que seguir el camino de los demás para estar bien. Hoy sé que cada quien va a su propio ritmo. ¿Qué pasaría si nos permitiéramos elegir sin compararnos?

Hoy mi vida tiene otro sentido. Estudio algo que me gusta, trabajo con mi papá, me tomo tiempo para mí y disfruto del proceso. Dejé de compararme con los demás, y eso me ha permitido vivir más tranquila. Este blog nace de ese aprendizaje: para recordarte que no tienes que estar al ritmo de nadie más que el tuyo. ¿Qué tal si hoy comenzamos a abrazar nuestro propio camino?

Autor: Camila Flores Romero

Mi nombre es Camila Flores Romero, tengo 21 años. Actualmente curso la carrera de Comunicaciones en ISIL. Me considero una persona sociable y responsable.

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